En esta semana recorrimos con gran motivación las
instalaciones de la Feria Internacional del Libro en Bogotá, con sentimientos
de sincero reconocimiento para los escritores que exponen sus obras en estos
eventos y que han acometido con éxito el desafío a la creatividad que
identificamos como el propósito de “romper la diafanidad de un papel con letras
y frases coherentes y de reunir en el
horizonte multifacético de una pantalla o de un monitor electrónico un conjunto
de pensamientos e ideas.” (Murcia, H. 2011. Instantes creativos en varias
vidas, Editorial Produmedios, Bogotá, Colombia)
Este recorrido trajo a mi memoria el recuerdo de una antigua consideración sobre tres cosas que hay que
hacer en la vida, todas referidas al deseo de trascender e ir más allá de los
límites naturales de nuestra efímera existencia: SEMBRAR UN ÁRBOL, TENER UN HIJO Y ESCRIBIR UN LIBRO.
Cuando hemos plantado árboles sentimos que probablemente
no cosecharemos los frutos generados, pero lo hacemos con la convicción de dar
origen a vidas vegetales que servirán para alimentar a seres humanos cuyas
caras no vemos, pero que disfrutarán del esfuerzo que hacemos.
Al nacer nuestros hijos e hijas orgullosamente pensamos
que son nuestras eternas ilusiones, que continuarán marcando derroteros de
superación y de progreso a nuestra familia. Además, si pensamos como un
generoso, fiel y leal maestro, profesor o “profe”, que nuestros (as) alumnos
(as) deben superarnos en conocimientos y avances económicos, sociales y
profesionales, en el fondo de nuestra alma sentimos las sensaciones de misiones
cumplidas cuando los (as) vemos triunfar en la vida.
Como registrábamos en la introducción de un libro
reciente “el ánimo de escribir es un deseo que se lleva en el alma, en un
permanente propósito de anhelar comunicar experiencias de vida, sueños y
proyecciones de ideales, que se van amalgamando con el transcurso de tiempo y
que buscan su salida de la mente hacia el amplio raudal del conocimiento…..Son
reiterados proyectos que se llevan a lo largo de la existencia y que en algún
momento deben hacerse conocer.” (Murcia, H. 2011. Instantes creativos en varias
vidas, Editorial Produmedios, Bogotá, Colombia)
Para esto hay que dedicar momentos o instantes en los que
se trata de ejercitar creativamente el hemisferio derecho del cerebro,
describiendo situaciones que sirvan al lector para que dé completa libertad y
rienda suelta a su imaginación, para volar y divagar sobre diversas características
de la vida.
Parte de la creatividad se basa, como la hemos aplicado
al escribir diversas publicaciones, en el rompimiento de los tradicionales
paradigmas que orientan a la vida diaria de las comunidades y en buscar
soluciones, por medio del ejercicio del ingenio y de la perspicacia, dando
giros diferentes a escenarios que habitualmente nos rodean y que pueden
finalizar de muchas formas, como las entiendan los lectores.
Sin embargo, hay diversas condiciones y expectativas que
pueden desestimular a quien desea escribir un texto, que es posible superarlas
si se dispone de la motivación, la disciplina y el criterio generoso de reflejar
en un papel el impulso de expresar el acervo de experiencias y de conocimientos
que se logra con el paso de los años.
Este debería ser el elemento motivador que debería
orientar a personas que como los (as) docentes que comparten conocimientos con
sus alumnos (as) dictan cursos en forma constante. Su meta debe ser la de
preparar a estas mentes ávidas de conocimientos sin caer en los horizontes
comunes de repetir y reiterar clases sin ninguna variación. Es lo que
popularmente se conoce como el contrasentido de “tener 20 años de experiencia o
la misma experiencia repetida 20 veces”.
No obstante, muchas veces se frustran expectativas de
estos profesores y profesoras al no recibir el apoyo institucional suficiente,
o simplemente no contar con el hálito integral que los lleve a dedicar tiempo
para resumir sus ideas inspiradoras y para vencer obstáculos que limitan su
creatividad.
Al pasar en estos días por esta feria colombiana del
libro (FILBO) recordamos la valiosa presencia de autores como Gabriel García
Márquez y Mario Vargas Llosa, nuestros recientes premios Nobel
latinoamericanos, y a otros escritores quienes con los momentos e instantes
creativos de sus vidas abrieron muchos horizontes en el universo.
Tuvimos la oportunidad de participar en esta FILBO el 5
de mayo en el programa radial “Gerencia Moderna” dirigido por nuestros
exalumnos Diego Rivera y Christell Riveros de la Facultad de Administración de
Empresas de la Universidad Santo Tomás (Internet). Felicitaciones por este
esfuerzo.
Así mismo vimos en varios sitios de exposición de esta
Feria algunas de nuestras obras (registradas en otros artículos de este blog), que siguen divulgando deseos permanentes de
comunicación generosa a quienes estudian y analizan estos tópicos del saber.
HECTOR HORACIO MURCIA CABRA
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